El Puerto de la Cruz en deuda con un gran artista: César Manrique.
César Manrique nació en Arrecife el 24 de abril de 1.919. En aquel tiempo sus padres vivían en el Charco de San Ginés. Su padre era comerciante, su abuelo notario y una de sus abuelas procedía de Sevilla, mientras que su familia era originaria de Castilla. Manrique tuvo dos hermanas, una de ellas gemela suya, y un hermano.
Tras estudiar primaria y secundaria, marchó a la Universidad de La Laguna para estudiar arquitectura técnica, pero después de dos años los abandona y, en l.945, ingresa en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid, graduándose cinco años más tarde como profesor de dibujo y pintura. Cuando contaba 23 años de edad realiza su primera exposición pictórica en Arrecife propiciada por Pepín Ramírez. Este amigo de la infancia se convertiría más tarde en uno de los más prestigiosos políticos que ha dado la isla, posibilitando que César Manrique realizara sus creaciones en Lanzarote.
"Cuando era niño pasaba los veranos en Famara, un pequeño pueblo de pescadores en lacosta nordeste de Lanzarote. La belleza del entorno causó en mi una fuerte impresión, interminables cautivado por su reflejo sobre la arena mojada durante especialmente los imponentes Riscos de Famara, ante los que pasé horas la marea vacía. Bebí de los colores de aquel microcosmos contenido entre el cielo, el mar y los Riscos de Famara, curioseé entre la flora y la fauna y quedé marcado por las texturas de la tierra. Aquellos felices veranos de mi infancia motivaron más tarde mi labor de defensa de la naturaleza."
Tras estudiar primaria y secundaria, marchó a la Universidad de La Laguna para estudiar arquitectura técnica, pero después de dos años los abandona y, en l.945, ingresa en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid, graduándose cinco años más tarde como profesor de dibujo y pintura. Cuando contaba 23 años de edad realiza su primera exposición pictórica en Arrecife propiciada por Pepín Ramírez. Este amigo de la infancia se convertiría más tarde en uno de los más prestigiosos políticos que ha dado la isla, posibilitando que César Manrique realizara sus creaciones en Lanzarote.
"Cuando era niño pasaba los veranos en Famara, un pequeño pueblo de pescadores en lacosta nordeste de Lanzarote. La belleza del entorno causó en mi una fuerte impresión, interminables cautivado por su reflejo sobre la arena mojada durante especialmente los imponentes Riscos de Famara, ante los que pasé horas la marea vacía. Bebí de los colores de aquel microcosmos contenido entre el cielo, el mar y los Riscos de Famara, curioseé entre la flora y la fauna y quedé marcado por las texturas de la tierra. Aquellos felices veranos de mi infancia motivaron más tarde mi labor de defensa de la naturaleza."
El surrealismo se incorpora al arte mundial en l.954, fecha en la que Manrique, junto con un grupo de artistas afines, crea la vanguardia del arte abstracto y abre la primera galería no figurativa de España, denominada Fernando Fé. Este movimiento artístico nace en una época particularmente difícil apenas 15 años después de finalizada la Guerra Civil, en el instante del inicio de la consolidación internacional de la dictadura del General Franco. En l.964 Manrique marchó a Estados Unidos invitado por Nelson Rockefeller, quien había adquirido algunas de sus pinturas. Expuso en Houston y New York, donde la prestigiosa galería Catherine Viviano lo representó en exclusiva durante los próximos cuatro años.
En 1966, regresa de manera definitiva a Lanzarote. Manrique desarrolla una intensa labor como creador de espacios. Sin embargo, pese a esta ocupación, nunca abandonará su condición. Desde finales de los 60 a principios de los noventa, su actividad plástica, siempre matérica y abstracta, sigue caracterizada por la experimentación de la materia, así como la recuperación del color de la etapa de los cincuenta.
"Cuando regresé de New York vine con la intención de convertir mi isla natal en uno de los lugares más hermosos del planeta, dadas las infinitas posibilidades que Lanzarote ofrecía. Solicité la ayuda de Pepín Ramírez, Presidente entonces del Cabildo Insular, quien apoyó mis proyectos con entusiasmo".
De las primeras cosas que Manrique intentó y consiguió fue convencer a sus paisanos de la importancia de basarse en la arquitectura tradicional para la construcción de las viviendas, así como erradicar el uso de las vallas publicitarias del paisaje y de las carreteras.
Durante varios años trabajo en la creación de espacios urbanos únicos y perfectamente integrados en el entorno de la isla de lanzarote, así , en colaboración con el cabildo insular cuyo presidente en aquel momento era su amigo Pepín Ramírez, desde finales de los 60 se inician varias obras en distintos puntos de la isla: la casa-museo El campesino, se instala la escultura Fecundidad, comienzan las obras de El Restaurante "El Diablo", Timanfaya, Mirador del Río, Jameos del Agua, rehabilitación del castillo de San José inicia la construcción de su casa Taro de Tahiche que más adelante se convierte en la Fundación que lleva su nombre. Y más adelante el Jardín de cactus y su casa en Haría.
También abrió un centro cultural multidisciplinar llamado "El Almacén" que ha vuelto a abrir sus puertas hace pocos días, tras un período de reformas.
Continuó con su creación pictórica y exponiendo en el extranjero durante varios años, incluso creo y colaboró n muchos proyectos de canarias, península y Europa. Luchó por la conservación ecológica, ya en una época donde las palabras ecología y medio ambiente no eran tan habituales como ahora, y tuvo que enfrentarse ante la justicia., por sus actuaciones en defensa de esa convicción. Era un hombre consecuente con lo que decía y en la realización de su obra integrada en la naturaleza nunca añadió nada a lo que la naturaleza había creado se limitó a resaltar su belleza.
Recibió gran cantidad de premios y el reconocimiento de personalidades de varios países.
Murió trágicamente en un accidente de tráfico el 25 de septiembre de 1992.
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